Es muy común que las personas ingieran alimentos grasosos en exceso. Esto puede llegar a ser muy perjudicial para tu salud, especialmente para tu hígado, ¿Por qué?
Sucede que desde muy temprana edad, las personas suelen adquirir malos hábitos de comida y no calculan la cantidad de grasa que están consumiendo. Esto, con el pasar de los años, afecta considerablemente al hígado, donde las células se sustituyen por un tejido graso amorfo, que pierde sus capacidades funcionales.
Todo ello, produce que finalmente se sufra de esteatosis hepática, más conocido como hígado graso. Si te gustaría conocer más acerca del hígado graso y cómo prevenirlo, te recomendamos prestar atención a la siguiente nota.
¿Cómo saber si tienes el hígado graso?
Por lo general, los síntomas de esta dolencia no son muy notorios; sin embargo, existen algunos síntomas que podrían generar una alerta.
Por ejemplo, si después de comer, sientes pesadez en el estómago, esto puede ser a causa de eso. Otras razones pueden ser el dolor al lado derecho del abdomen o la complicación para digerir alimentos.
Lo primero que deberás hacer ante esto, es acudir al médico. Allí deberás comprobar la relación músculo- grasa corporal. Si cuentas con más de 25% de grasa, esto no es una buena señal. Además, deberás tomarte pruebas de sangre que midan tus triglicéridos, colesterol y enzimas hepáticas.
¿Quiénes pueden sufrir de esta enfermedad?
Es más común de ver que personas adultas sufran de hígado graso. En los más pequeños esto no es usual ya que recién están empezando a definir un hábito de comida.
Ahora, te presentamos algunas características de personas que sufren de hígado graso.
- Tienen obesidad
- Presión arterial alta
- Pierden peso muy rápido
- Están expuestos a toxinas
- Tienen altos niveles de lípidos (grasas) en la sangre, tales como el colesterol y los triglicéridos